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Preguntas sobre Baja autoestima
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Los expertos hablan sobre Baja autoestima
La autoestima se refiere a una opinión general que tenemos de nosotros mismos, cómo nos juzgamos o evaluamos, y el valor que nos adjudicamos como personas. Cuando esa opinión general y ese valor tienen un tono negativo (soy torpe, soy inútil, nada me sale bien) aparece la Baja Autoestima.
Por el contrario, las personas con Buena Autoestima:
- Resuelven problemas.
- Se cuidan a sí mismas.
- Se respetan y respetan a los otros.
- Confían en sí mismas, en sus valores, y tienen la clase de vida que quieren tener.
- Confían en otros. Incluyen en su vida personas con capacidades diferentes. De esa forma enriquecen su propio potencial.
La autoestima podría definirse como el aprecio y valoración que uno o una tiene por sí misma y es un aspecto muy importante en todo ser humano. La autoestima nos marca como personas y nos ayuda a definir nuestra personalidad. La autoestima que se tiene influirá en casi todo lo que uno hace, como por ejemplo; influirá en la toma de decisiones, podrá modificar acciones, aspiraciones, gustos y muchas otras cuestiones que forman el ser, la felicidad y la vida de una persona.
Una persona con baja autoestima suele pensar de forma negativa sobre sí misma. Esta se sustenta más en creencias y no en hechos y las creencias sí se pueden cambiar. Aún sin proponérselo, dichas creencias van cambiando a lo largo de la vida, dependiendo de las circunstancias y experiencias que atraviese la persona. Algunas experiencias susceptibles de alimentar las creencias negativas de una persona sobre sí misma son:
Ser víctima de abusos (sexuales, físicos o emocionales)
Haber visto desatendidas sus necesidades básicas en la infancia
Fracasar en cumplir con las expectativas de sus padres
Sentirse un “bicho raro”
Sufrir discriminación (por discapacidad, apariencia,etc), entre otras.
Una persona con baja autoestima suele pensar de forma negativa sobre sí misma. La baja autoestima se sustenta más en creencias que en hechos y las creencias sí se pueden cambiar. Dichas creencias van cambiando a lo largo de la vida, dependiendo de las circunstancias y experiencias que atraviese la persona. La terapia psicoanalítica ayuda a que el paciente pueda reflexionar sobre estas ideas, para poder tomar una posicion más certera.
La baja autoestima tiene que ver con una debilidad en el yo de la persona, donde siente que no está a la altura de las circunstancias, siente que no puede estudiar, que no es capaz en su trabajo, que no es bueno como pareja, etc.
Es de suma importancia poder realizar un tratamiento psicoterapeutico para lograr trabajar sobre el fortalecimiento de la autoestima.
El déficit de fortaleza de las funciones yoicas, tiene una historia y tamnién tratamiento posible. Me refiero a esa "debilidad" que hace que nos conectemos repetidamente con personas que nos dañan, o no limitan.Las relaciones de pareja son del tipo "protésico" es decir, necesito del otro como de un soporte, corriendo el riesgo de caer en dependencias patológicas de todo tipo. Historizar y desplegar estas imágenes disfuncionales y erradas, es el objetivo de la psicoterapia focalizada en reforzar las potncialidades positivas, y analizar las imágenes del "sí mismo" que nos alejan de los vínculos genuinos,y pares, de igual a igual. en todos los ámbitos.
Las personas con baja autoestima buscan, a veces, sin ser muy conscientes de ello, la aprobación y el reconocimiento de los demás.
Suelen tener dificultad para ser ellas mismas y expresar con libertad aquello que piensan.
Las causas que explican la baja autoestima varían según el caso en particular.
La idea es que en la psicoterapia se co -construyan, entre el paciente y el terapeuta, las hipótesis sobre cuáles pueden ser sus motivos desencadenantes a fin de cuestionarlos y combatirlos adecuadamente.
La autoestima es inestable. La hacen fluctuar las experiencias gratificantes o frustrantes en las relaciones con otros, la sensación de ser estimado o rechazado, el modo como cada persona evalúa su distancia con sus metas y aspiraciones por un lado, y los logros y el éxito por el otro. La hacen fluctuar también las exigencias de sus ideales.
La baja autoestima está vinculada con palabras, gestos o miradas (o su ausencia) ofertadas por las primeras personas significativas para el niño/a/e. Pueden ser los padres, biológicos o adoptivos o pueden ser figuras que cumplieron esas funciones. La confianza y el valor y seguridad en si mismo se construye lentamente producto de los intercambios con estas figuras significativas. Mientras más elogiosos y valorativos sean estos intercambios más alta será la autoestima en el adulto. Por el contrario, su defecto, rechazo o total ausencia construyen en el interior del mundo del niño/a/e una imagen de si, descalificada y/o menoscabada.
La baja autoestima se define como la dificultad que tiene la persona para sentirse valiosa en lo profundo de sí misma, y por tanto digna de ser amada por los demás. Las sin ser muy conscientes de ello, la aprobación y el reconocimiento de los demás y suelen tener dificultad para ser ellas mismas y poder expresar con libertad aquello que piensan, sienten y necesitan en sus relaciones interpersonales, así como para poder decir “no” al otro sin sentirse mal por ello. En ocasiones las personas que esconden en su interior sentimientos de baja autoestima, suelen ocultárselas a sí mismas mediante el uso de diferentes mecanismos de defensa.
¿Hasta dónde puede llegar una persona? ¿Hasta dónde puede alcanzar sus metas, objetivos y deseos? (de toda índole: personales, laborales, amorosos, económicos, etc.)
Hay una multiplicidad de factores que influyen en ese resultado. Es cierto que en parte puede haber limitaciones vitales, circunstanciales, socioeconómicas y culturales. Pero también es cierto que en una gran medida depende mucho de cada persona en sí misma. Y no solo se trata de lo que haga, porque lo que haga y lo que no haga, estará supeditado a aquello que piense, sienta y crea.
No alcanza con desear, ni con hacer... sino que es necesario creer para poder.
La autoestima es parte de la construcción interna del sujeto. Es fundamental. Numerosas veces las experiencias primarias vividas en la familia y/o con los afectos más cercanos no permitieron esa construcción, o la realizaron de forma frágil, o incluso, la hirieron fuertemente. Esto NO es determinante. Se puede trabajar y se trabaja en el ámbito terapéutico, restableciendo la fortaleza que el sujeto debe tener a fin de enfrentar adecuada y en algún punto cómodamente, las vicisitudes esperables que toda vida trae.
Los indicios de una baja autoestima son: falta de seguridad en si mismo, no sentirse feliz, desmotivación con rapidez, sentir nerviosismo durante el día, sentirse culpable, poco atractivo o sin iniciativa, no expresar opinión por temor a ser rechazado o pensar que las opiniones no tienen el mismo valor que las del resto, sentir que no somos merecedores de las situaciones positivas, falta de esfuerzo al pensar que no se va a poder conseguir lo que uno desea, necesitar la aprobación del resto. Un tratamiento psicológico puede ayudar a pensar de una forma más constructiva y realista respecto de si mismo y eliminar la constante autocrítica que limita a la hora de enfrentar la vida diaria.
La Autoestima se origina en los primeros intercambios vinculares y tiene la posibilidad de ir recreándose de manera permanente en los diversos encuentros significativos durante el proceso adolescente. Todos tenemos una imagen mental de nosotros mismos, es decir una percepción y cuanto más realista sea esta idea, más adecuada será nuestra interacción con el ambiente que nos rodea, más nos aceptaremos a nosotros mismos, mayor será nuestra capacidad de crecimiento personal y más sólida será nuestra autoestima.
Opto por un trabajo que comienza en auxiliar, apuntalar y acompañar al sujeto, para desde allí generar nuevas construcciones y valoraciones de sí mismo.
La autoestima es el valor que nos damos a nosotros mismos, como valoramos nuestras conductas, actitudes, habilidades, logros y fracasos. Hace referencia a la manera en la que nos referimos a nosotros mismos. En las ocasiones donde la persona es muy critica consigo misma y excesivamente exigente, es que decimos que es baja su autoestima. Es una percepción devaluada de la propia persona que genera frustración y culpa.
La estima se construye en la infancia y depende de las relaciones primarias. La terapia permite revisar esas referencias y construcciones con la finalidad de modificarlas cambiando esas creencias negativas.
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