Una punción articular se lleva a cabo mediante la extracción de una muestra de líquido sinovial con el fin de diagnosticar, por ejemplo, un cuadro infeccioso de una artritis séptica. La realización de la misma no es de rutina, sino que tiene indicaciones precisas. Algunas veces se puede usar la punción articular como método terapéutico.
Normalmente el líquido articular es incoloro o ligeramente amarillo y transparente. Según su aspecto a simple vista se pueden realizar algunos diagnósticos: La turbidez o un color amarillo intenso indica
un proceso inflamatorio, un aspecto blancuzco indica presencia de uratos (típica de la artritis gotosa); y un color rojo es consecuencia en general de traumatismos articulares (hemartrosis).
En cuanto a su composición química se estudia presencia de proteínas, glucosa y pH. Se tiene en cuenta también la presencia de células anormales y /o cristales de . Se realizan, al mismo tiempo, cultivos microbiológicos con el fin de cuantificar y clasificar la posible presencia de microorganismos, como también antibiogramas para saber q que antibiótico son resistentes y a cuales sensibles.