Trilaxis - Información, expertos y preguntas frecuentes

Uso de Trilaxis

Antiviral activo contra el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).

Indicaciones

TRILAXIS es una asociación de tres análogos nucleosídicos (abacavir, lamivudina y zidovudina) indicado para el tratamiento de la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) en adultos (mayores de 18 años), puede utilizarse solo o en combinación con otros antirretrovirales. Esta combinación fija reemplaza a los tres componentes (abacavir, lamivudina y zidovudina) usados separadamente en dosis similares. Se recomienda iniciar el tratamiento con abacavir, lamivudina y zidovudina en forma separada durante las primeras 6-8 semanas.

Precauciones especiales

Dosificación

Dosis recomendada: la dosis recomendada de TRILAXIS en adultos (mayores a 18 años) es de un comprimido dos veces al día. TRILAXIS puede tomarse con o sin alimentos. Debido a que los comprimidos son de dosis fija, no se debe prescribir TRILAXIS a pacientes que requieran ajuste de dosis. Ajustes posológicos en pacientes con reacciones hematológicas adversas: si el nivel de hemoglobina bajara a menos de 9g/dl o 5,59mmol/l, o si el recuento de neutrófilos descendiera a menos de 1,0 x 109/l, puede ser necesario ajustar la dosis de zidovudina. Por lo tanto, como no es posible ajustar la dosis de TRILAXIS, deberían administrarse preparados de abacavir, zidovudina y lamivudina por separado a estos pacientes.

Contraindicaciones

TRILAXIS está contraindicado en pacientes con hipersensibilidad conocida a abacavir, lamivudina o zidovudina, o a cualquiera de los excipientes. (Ver información de reacciones de hipersensibilidad a abacavir en advertencias y reacciones adversas). TRILAXIS está contraindicado en pacientes con daño renal terminal. TRILAXIS está contraindicado en pacientes con insuficiencia hepática. Debido a la presencia del principio activo zidovudina, TRILAXIS está contraindicado en pacientes con recuentos de neutrófilos anormalmente bajos ( 9/l), o niveles de hemoglobina anormalmente bajos ( o con cualquier otro medicamento que contenga abacavir en pacientes que lo han interrumpido a causa de una reacción de hipersensibilidad a abacavir.

Advertencias

Reacciones de hipersensibilidad: se han reportado reacciones de hipersensibilidad con los productos que contienen abacavir. Para minimizar el riesgo de este tipo de reacción, se deberá discontinuar TRILAXIS en forma permanente cuando se observe hipersensibilidad, incluso aunque no se esté seguro de que este medicamento sea la causa. Las reacciones de hipersensibilidad se caracterizan por la aparición de síntomas indicativos de que varios órganos se encuentran implicados. En casi todas las reacciones de hipersensibilidad se presenta fiebre y/o erupción como parte del síndrome. Otros signos y síntomas pueden incluir signos y síntomas respiratorios tales como disnea, dolor de garganta, tos y hallazgos anormales en radiografías torácicas (predominantemente infiltrados, que pueden ser localizados), síntomas gastrointestinales, tales como náuseas, vómitos, diarrea o dolor abdominal y pueden conducir a realizar un diagnóstico equivocado de enfermedad respiratoria (neumonía, bronquitis, faringitis) o gastroenteritis en lugar de hipersensibilidad. Otros signos o síntomas frecuentes observados de la reacción de hipersensibilidad pueden incluir letargo o malestar y síntomas musculoesqueléticos (mialgia, raramente miolisis, artralgia). Los síntomas relacionados con esta reacción de hipersensibilidad empeoran al continuar el tratamiento y pueden poner en peligro la vida del paciente. Generalmente estos síntomas se resuelven al suspender la administración de abacavir. Los síntomas de la reacción de hipersensibilidad aparecen normalmente en las primeras 6 semanas de tratamiento con abacavir, aunque estas reacciones pueden ocurrir en cualquier momento durante el tratamiento. Se debe controlar estrechamente a los pacientes, especialmente durante los 2 primeros meses del tratamiento con TRILAXIS, programándose una consulta con el paciente cada dos semanas. Los pacientes a los que se les diagnostique una reacción de hipersensibilidad estando en tratamiento deben interrumpir el tratamiento con TRILAXIS inmediatamente. Nunca se debe reiniciar el tratamiento con TRILAXIS o con cualquier otro medicamento que contenga abacavir en pacientes que lo han interrumpido a causa de una reacción de hipersensibilidad. Acidosis láctica: con el uso de análogos de nucleósidos se ha comunicado la aparición de acidosis láctica generalmente asociada a hepatomegalia y esteatosis hepática. Los síntomas iniciales (hiperlactemia sintomática) incluyen síntomas digestivos benignos (náuseas, vómitos y dolor abdominal), malestar inespecífico, pérdida de apetito, pérdida de peso, síntomas respiratorios (respiración rápida y/o profunda) o síntomas neurológicos (incluyendo debilidad motora). La acidosis láctica es causa de una elevada mortalidad y puede estar asociada a pancreatitis, fallo hepático o fallo renal. La acidosis láctica generalmente aparece después de unos pocos o varios meses de tratamiento. El tratamiento con análogos nucleosídicos debe ser discontinuado si aparece hiperlactatemia sintomática y acidosis metabólica/láctica, hepatomegalia progresiva o una elevación rápida de los niveles de aminotransferasas. Se debe tener precaución al administrar análogos nucleosídicos a cualquier paciente (particularmente en mujeres obesas) con hepatomegalia, hepatitis u otros factores de riesgo conocidos de enfermedad hepática y esteatosis hepática (incluyendo determinados medicamentos y alcohol). Los pacientes coinfectados con hepatitis C y tratados con interferón alfa y ribavirina pueden constituir un grupo de riesgo especial. Los pacientes que tiene un riesgo mayor deberán ser vigilados estrechamente. Disfunción mitocondrial: se ha demostrado in vivo e in vitro que los análogos de nucleótido y nucleósido causan un grado variable de daño mitocondrial. Ha habido informes de disfunción mitocondrial en lactantes VIH negativos expuestos in útero y/o posparto a análogos de nucleósido. Los principales acontecimientos adversos notificados son trastornos hematológicos (anemia, neutropenia), trastornos metabólicos (hiperlactemia, hiperlipasemia). Estos acontecimientos son a menudo transitorios. Se han notificado algunos trastornos neurológicos de aparición tardía (hipertonía, convulsión, comportamiento anormal). Actualmente no se sabe si los trastornos neurológicos son transitorios o permanentes. Cualquier niño expuesto in útero a análogos de nucleótido o de nucleósido, incluso los niños VIH negativo, deben someterse a un seguimiento clínico y de laboratorio, y en caso de signos o síntomas relevantes debe ser minuciosamente investigada una posible disfunción mitocondrial. Estos hallazgos no afectan las recomendaciones actuales para utilizar tratamiento antirretroviral en mujeres embarazadas para prevenir la transmisión vertical del VIH. Lipodistrofia/redistribución grasa: la terapia antirretroviral combinada se ha asociado con una redistribución de la grasa corporal (lipodistrofia) en pacientes con infección por VIH. Actualmente se desconocen las consecuencias de estos acontecimientos a largo plazo. El conocimiento sobre el mecanismo es incompleto. Se han propuesto como hipótesis una posible conexión entre lipomatosis visceral y el tratamiento con inhibidores de la proteasa (IP) y entre lipoartrofia y el tratamiento con inhibidores de la transcriptasa reversa análogos de nucleósidos. Se ha relacionado un mayor riesgo de lipodistrofia en individuos con factores tales como edad avanzada, y con factores relacionados con el fármaco tales como una larga duración del tratamiento antirretroviral, y trastornos metabólicos asociados. El examen clínico debe incluir una evaluación de los signos físicos de redistribución de la grasa. Se deben tener en cuenta los niveles de lípidos en suero y de glucosa en sangre, en condiciones de ayuno. Los trastornos lipídicos deben tratarse como se considere clínicamente apropiado. Toxicidad hematológica: puede esperarse que aparezca anemia, neutropenia y leucopenia (habitualmente secundaria a la neutropenia) en pacientes que reciben zidovudina. Esto sucede con mayor frecuencia a dosis más elevadas de zidovudina (1.200 a 1.500mg/día) y en pacientes con función medular reducida antes del tratamiento, especialmente con enfermedad avanzada por VIH. Por lo tanto, deberán vigilarse cuidadosamente los parámetros hematológicos de los pacientes que reciban TRILAXIS. Estos efectos hematológicos no suelen observarse antes de las 4 a 6 semanas de tratamiento. En pacientes con enfermedad por VIH sintomática avanzada, se recomienda generalmente que se realicen análisis de sangre por lo menos cada dos semanas durante los tres primeros meses de tratamiento, y posteriormente, al menos mensualmente. En el caso de los pacientes con una infección temprana con el VIH, las reacciones hematológicas adversas son infrecuentes. Dependiendo del estado general del paciente, los análisis de sangre pueden realizarse con menor frecuencia, por ejemplo, cada mes o cada tres meses. Además, pudiera ser necesario ajustar la dosis de zidovudina si apareciera anemia severa o mielosupresión durante el tratamiento con TRILAXIS, o en el caso de pacientes con depresión ya existente de médula ósea, por ej.: hemoglobina 9/l. Como no es posible ajustar la dosis de TRILAXIS, tendrán que usarse preparados de zidovudina, abacavir y lamivudina por separado. Los médicos deben referirse a la información de prescripción individual para estos productos medicinales. Pancreatitis: en pacientes tratados con abacavir, lamivudina y zidovudina, raramente han a parecido casos de pancreatitis. No obstante, no está claro si fueron debidos al tratamiento con esos medicamentos o a la infección subyacente con el VIH. El tratamiento con TRILAXIS deberá interrumpirse inmediatamente si aparecieran signos y síntomas clínicos o anomalías de laboratorio, que sugieran pancreatitis. Pacientes coinfectados con el virus de la hepatitis B o C: los pacientes con hepatitis B o C crónica, tratados con terapia antirretroviral combinada tienen un mayor riesgo de reacciones adversas hepáticas graves y potencialmente mortales. En caso de tratamiento antivírico concomitante para hepatitis B o C, consultar también la información relevante de estos fármacos. Si se interrumpe el tratamiento con TRILAXIS en pacientes coinfectados con el virus de la hepatitis B (VHB), se recomienda realizar un seguimiento periódico de las pruebas de función hepática y de los marcadores de la replicación del VHB, ya que la retirada de lamiduvina puede dar lugar a una exacerbación aguda de la hepatitis. En pacientes con disfunción hepática preexistente, incluyendo hepatitis crónica activa, existe un incremento en la frecuencia de anormalidades de la función hepática durante el tratamiento antirretroviral combinado, y deben ser controlados de acuerdo con la práctica clínica habitual. Si existe evidencia de empeoramiento de la enfermedad hepática en estos pacientes, se debe considerar la interrupción o suspensión del tratamiento. No se recomienda el uso concomitante de ribavirina con zidovudina debido al riesgo de anemia en pacientes coinfectados con el virus de la hepatitis C. Síndrome de reconstitución inmune: cuando se instaura una terapia antirretroviral combinada, en pacientes infectados por VIH con inmunodeficiencia grave, puede aparecer una respuesta inflamatoria frente a patógenos oportunistas latentes o asintomáticos y provocar situaciones clínicas graves, o un empeoramiento de los síntomas. Normalmente estas reacciones se han observado en las primeras semanas o meses después del inicio de la terapia antirretroviral combinada. Algunos ejemplos relevantes de estas reacciones son, retinitis por citomegalovirus, infecciones micobacterianas generalizadas y/o localizadas, y neumonía por Pneumocystis carinii. Se debe evaluar cualquier síntoma inflamatorio y establecer un tratamiento cuando sea necesario. Osteonecrosis: se han notificado casos de osteonecrosis, especialmente en pacientes con infección avanzada por VIH y/o exposición prolongada al tratamiento antirretroviral combinado, aunque se considera que la etiología es multifactorial (incluyendo uso de corticoesteroides, consumo de alcohol, inmunodepresión severa, índice de masa corporal elevado). Se debe aconsejar a los pacientes que consulten al médico si experimentan molestias o dolor óseo o articular, rigidez articular o dificultades en la motilidad. Infecciones oportunistas: los pacientes deben ser advertidos de que el tratamiento con TRILAXIS o cualquier otro antirretroviral no cura la infección por VIH y que los mismos pueden todavía desarrollar infecciones oportunistas y otras complicaciones de la infección por VIH. Por lo tanto, los pacientes deben ser controlados rigurosamente por profesionales con experiencia en el tratamiento de enfermedades asociadas al VIH. Miopatía: el uso prolongado de zidovudina ha sido asociado con miopatía y miositis, por lo cual puede ocurrir con el uso de TRILAXIS. Infarto de miocardio: en un estudio observacional de cohortes de pacientes con VIH, se observó un aumento en el riesgo de infarto de miocardio con el uso de abacabir. Los datos disponibles muestran inconsistencias por lo cual, no pueden confirmar ni refutar una relación causal entre el tratamiento con abacavir y el aumento de la tasa de infarto de miocardio. Como precaución, cuando se prescriba TRILAXIS deben minimizarse todos los factores de riesgo modificables (ej.: cigarrillo, hipertensión e hiperlipidemia). Varios: al momento no hay datos suficientes respecto de la eficacia y seguridad de TRILAXIS administrado concomitantemente con inhibidores no nucleosídicos de la transcriptasa reversa o inhibidores de la proteasa. TRILAXIS contiene dosis fijas de tres análogos de nucleósido: abacavir, lamivudina y zidovudina y no debe se administrado concomitantemente con abacavir, lamivudina, emtricitabina o zidovudina. TRILAXIS no debe ser administrado conjuntamente con las combinaciones lamivudina/zidovudina (Kess Complex), abacavir/lamivudina, o emtricitabina/tenofovir.

Efectos adversos y efectos secundarios

Se han reportado reacciones adversas durante el tratamiento de la enfermedad causada por el VIH con abacavir, lamivudina y zidovudina usados individualmente o en combinación. Debido a que TRILAXIS® contiene abacavir, lamivudina y zidovudina pueden esperarse las reacciones adversas asociadas con estos componentes. Hipersensibilidad al abacavir: en los ensayos clínicos realizados, aproximadamente el 5% de las personas que recibieron abacavir desarrollaron una reacción de hipersensibilidad; en alguno de estos casos la reacción representó un riesgo para la vida y produjo la muerte a pesar de las precauciones tomadas. Esta reacción se caracteriza por la aparición de síntomas que indican la afección de varios órganos/sistemas del cuerpo. Casi todos los pacientes que desarrollen reacciones de hipersensibilidad presentarán fiebre y/o rash (generalmente maculopapular o urticaria) como parte del síndrome, sin embargo han ocurrido reacciones de hipersensibilidad sin rash o fiebre. Los signos y síntomas asociados con esta reacción de hipersensibilidad a abacavir se resumen en la tabla 1. Los mismos se han identificado a partir de estudios clínicos y del seguimiento de farmacovigilancia tras la comercialización. El reinicio del tratamiento con TRILAXIS®, u otro medicamento que contenga abacavir, tras una reacción de hipersensibilidad conduce a que, en cuestión de horas, vuelvan a aparecer los síntomas. Esta recurrencia de la reacción de hipersensibilidad es generalmente más seria que en la presentación inicial, y puede incluir hipotensión con riesgo para la vida e incluso causar la muerte.Reacciones adversas reportadas con los componentes individuales de TRILAXIS®: las reacciones adversas reportadas con abacavir, lamiduvina y zidovudina, se presentan en la tabla 2. Se clasifican por sistema corporal, órgano y frecuencia absoluta. Las frecuencias se definen como: frecuentes ≥10%, ocasionales 1-10%, raras ≤1%. Deberá tenerse especial cuidado en eliminar la posibilidad de una reacción de hipersensibilidad si alguno de estos síntomas ocurre.Acidosis láctica: el tratamiento con análogos nucleosídicos ha sido asociado con casos de acidosis láctica, algunas veces fatal, generalmente asociada con severa hepatomegalia y esteatosis hepática. Lipodistrofia/anormalidades metabólicas: la terapia antirretroviral combinada se ha asociado con una redistribución de la grasa corporal (lipodistrofia) en pacientes con infección por VIH, que incluye pérdida de grasa subcutánea periférica y facial, aumento de la grasa intra-abdominal y visceral, hipertrofia de las mamas y acumulación de la grasa dorsocervical (joroba de búfalo). La terapia antirretroviaral combinada se ha asociado con anomalías metabólicas tales como hipertrigliceridemia, hipercolesterolemia, resistencia a la insulina, hiperglucemia e hiperlacticidemia. Síndrome de reconstitución inmune: cuando se instaura una terapia antirretroviral combinada, en pacientes infectados por VIH con deficiencia inmune severa, puede aparecer una respuesta inflamatoria frente a infecciones por patógenos oportunistas latentes o asintomáticas. Osteonecrosis: se han notificado casos de osteonecrosis, especialmente en pacientes con factores de riesgo generalmente reconocidos, infección avanzada por VIH o exposición prolongada al tratamiento antirretroviral combinado. Se desconoce la frecuencia de esta reacción adversa.

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