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Betabloqueante vasodilatador.

Indicaciones

Hipertensión arterial esencial, angina de pecho estable, insuficiencia cardíaca congestiva, clases II-III/NYHA.

Dosificación

Hipertensión arterial esencial: adultos: inicio del tratamiento 12,5mg/día durante los primeros dos días. Luego se aumenta hasta 25mg/día en una única toma diaria. Puede incrementarse hasta 50mg/día en una o dos tomas diarias. Las dosis deberán ser tituladas en intervalos de por lo menos dos semanas. Ancianos: la dosis inicial recomendada para el inicio del tratamiento es de 6,25mg/día. Insuficiencia cardíaca congestiva: la dosificación debe ser individualizada y estrictamente monitoreada por un cardiólogo durante la fase de titulación. La dosis recomendada para iniciar el tratamiento es de 6,25mg divididos en una o dos tomas diarias durante dos semanas. El máximo recomendado es de 25mg dos veces por día en los pacientes que pesan menos de 85kg y 50mg dos veces por día en aquellos que pesan más de 85kg.

Farmacología

Agente cardiovascular con acción dual, betabloqueante y vasodilatadora. Es un betabloqueante no cardioselectivo, y sin actividad simpática intrínsica. La vasodilatación está mediada por un antagonismo de los receptores adrenérgicos alfa1.

Contraindicaciones

Bradicardia severa (menos de 45-50 latidos por minuto), bloqueo de rama de segundo y tercer grado, shock cardiogénico, insuficiencia cardíaca descompensada (clase IV NYHA) que requiera tratamiento inotrópico intravenoso, hipotensión severa (PAS < 85mmHg), enfermedad del nodo sinusal (incluyendo bloqueo sinoauricular). Asma, antecedentes de enfermedad obstructiva de la vía aérea, insuficiencia hepática, hipersensibilidad reconocida al carvedilol.

Interacciones

El uso simultáneo de betabloqueantes y antagonistas del calcio (verapamil o diltiazem) u otros antiarrítmicos puede provocar bradiarritmias, por lo que se deberá controlar la frecuencia cardíaca en tales casos. Los betabloqueantes pueden potenciar los efectos de la insulina e hipoglucemiantes orales. El carvedilol pueden provocar un aumento en los niveles útiles de los digitálicos, con la consiguiente bradicardia.

Ocasionalmente pueden presentarse vértigo, cefaleas y somnolencia, sobre todo al iniciarse el tratamiento. El carvedilol puede provocar bradicardia importante en casos aislados. En pacientes con antecedentes de broncospasmo (asma) los betabloqueantes pueden desencadenar dicho fenómeno. En ocasiones, con las primeras dosis de carvedilol puede presentarse hipotensión ortostática, que generalmente cede en las tomas subsiguientes. Se han descripto casos de trastornos gastrointestinales (náuseas, vómitos, dolor abdominal, constipación o diarrea) y síntomas similares a la gripe.