Biatrix - biatrix xr - Información, expertos y preguntas frecuentes
Uso de Biatrix - biatrix xr
Antipsicótico.
Indicaciones
Tratamiento de los episodios agudos maníacos o mixtos asociados con el Trastorno Bipolar I, como monoterapia o adyuvante del tratamiento con litio o divalproato de sodio (DSM IV). Tratamiento de los episodios depresivos asociados con el Trastorno Bipolar (DSM IV). Tratamiento de la Esquizofrenia (DSM IV).Precauciones especiales
Dosificación
Trastorno bipolar: Manía bipolar (como monoterapia o tratamiento adyuvante con litio o divalproato de sodio): Biatrix (comprimidos recubiertos ranurados): El producto debe administrarse en un régimen de dos tomas diarias. La dosis inicial recomendada es de 100 mg/día, la cual deberá titularse a 400 mg/día en un lapso de 4 días, mediante incrementos no mayores a 100 mg/día.En función de la respuesta clínica, la dosis podrá titularse, con incrementos no superiores a 200 mg/día, hasta alcanzar la dosis máxima de 800 mg/día al 6° día de tratamiento. En estudios clínicos, la quetiapina ha resultado efectiva en pacientes tratados con dosis de 400-800 mg/día. Dosis superiores a 800 mg/día no han sido evaluadas. Duración del tratamiento: la eficacia de la formulación de liberación inmediata de quetiapina en pacientes con episodios maníacos agudos asociados al Trastorno Bipolar I fue establecida en dos estudios de 12 semanas de duración en los cuales se utilizó la quetiapina como monoterapia y en 1 estudio de 3 semanas de duración en el cual se evaluó la quetiapina como tratamiento adyuvante con litio o divalproato de sodio. La eficacia de quetiapina a largo plazo, es decir, por más de 12 semanas como monoterapia y 3 semanas como tratamiento adyuvante, no ha sido evaluada sistemáticamente en estudios clínicos. En consecuencia, el médico que elija prescribir quetiapina por períodos prolongados deberá reevaluar la utilidad de la droga a largo plazo para cada paciente en particular. Biatrix XR (comprimidos de liberación prolongada): el producto debe administrarse en una única toma diaria por la noche. La dosis inicial recomendada es de 300 mg/día. La dosis puede incrementarse a 600 mg/día al 2° día y a 400-800 mg/día al 3° día, dependiendo de la respuesta y tolerancia individual del paciente.Duración del tratamiento: la eficacia de la formulación de liberación prolongada de quetiapina en pacientes con trastorno bipolar I quienes presentaban un episodio maníaco o mixto con o sin rasgos psicóticos, fue establecida en un estudio clínico de 3 semanas de duración en el cual se utilizó quetiapina como monoterapia. Dado que no existe evidencia acerca de la duración del tratamiento con quetiapina, se recomienda que los pacientes continúen con la misma dosis con la que fueron estabilizados. El médico que elija prescribir quetiapina por períodos prolongados deberá reevaluar la utilidad de la droga a largo plazo para cada paciente en particular. Episodios depresivos: Biatrix (comprimidos recubiertos ranurados) / Biatrix XR (comprimidos de liberación prolongada): el producto debe administrarse en una única toma antes de acostarse. La dosis inicial recomendada es de 50 mg una vez al día. Esta dosis deberá titularse gradualmente, hasta alcanzar la dosis de 300 mg/día al 4° día de tratamiento.En estudios clínicos con la formulación de liberación inmediata, la eficacia antidepresiva de la quetiapina fue demostrada con dosis de 300 - 600 mg/día; sin embargo, no se observó un beneficio adicional en los pacientes tratados con 600 mg/día. Duración del tratamiento: la eficacia del tratamiento con quetiapina, en sus dos formulaciones, fue establecida en estudios clínicos, doble ciego, de 8 semanas de duración en pacientes con Trastorno Bipolar I ó II. La eficacia más allá de las 8 semanas no ha sido evaluada sistemáticamente en estudios clínicos. Esquizofrenia: Biatrix (comprimidos recubiertos ranurados): la dosis inicial recomendada es de 50 mg/día repartidos en dos tomas. La dosis podrá titularse, con incrementos de 25-50 mg dos ó tres veces al día, hasta alcanzar la dosis efectiva de 300-400 mg/día al 4° día de tratamiento, administrada en dos ó tres tomas diarias.Ajustes posteriores de la dosis, si se indican, deben realizarse luego de 2 días de tratamiento, puesto que el estado estacionario se alcanza luego de aproximadamente 1-2 días en pacientes típicos. Cuando sea necesario ajustar la dosis, se recomiendan incrementos / reducciones de 25-50 mg dos veces al día. La eficacia antipsicótica fue demostrada en el rango de dosis de 150-750 mg/día en estudios clínicos. Dosis superiores a 800 mg/día no han sido evaluadas. La eficacia de la administración de quetiapina se ha demostrado mayormente en regímenes de tres tomas diarias; no obstante, en un estudio clínico la administración de 225 mg dos veces al día también resultó efectiva. Biatrix XR (comprimidos de liberación prolongada): la dosis inicial recomendada es de 300 mg/día, en una toma diaria por la noche. En función de la respuesta y la tolerancia del paciente, la dosis podrá titularse diariamente en incrementos de hasta 300 mg/día. El rango de dosis recomendado es de 400-800 mg/día. Dosis superiores a 800 mg/día no han sido evaluadas en estudios clínicos. Duración del tratamiento: aunque no existe evidencia acerca de la duración del tratamiento con quetiapina, se recomienda que los pacientes que responden al tratamiento lo continúen con la menor dosis necesaria para mantener la remisión. La eficacia de quetiapina a largo plazo, es decir, por más de 6 semanas para la formulación de liberación inmediata ó de 16 semanas para la formulación de liberación prolongada, no ha sido evaluada sistemáticamente en estudios clínicos. En consecuencia, el médico que elija prescribir quetiapina por períodos prolongados deberá reevaluar la utilidad de la droga a largo plazo para cada paciente en particular. Situaciones posológicas particulares: Pacientes geriátricos, pacientes debilitados o con predisposición a reacciones hipotensivas: se requiere una vigilancia particular durante los períodos inicial y de titulación de la posología. Se recomienda una velocidad de titulación más lenta y una dosis efectiva menor. Pacientes pediátricos: Véase Precauciones, Empleo pediátrico. Insuficiencia hepática: Biatrix (comprimidos recubiertos ranurados): se recomienda una dosis inicial de 25 mg/día. En función de la respuesta clínica y tolerancia de cada paciente, la dosis puede incrementarse, de a 25-50 mg/día, hasta alcanzar la dosis efectiva. Biatrix XR (comprimidos de liberación prolongada): se recomienda una dosis inicial de 50 mg/día. En función de la respuesta clínica y tolerancia de cada paciente, la dosis puede incrementarse, de a 50 mg/día, hasta alcanzar la dosis efectiva. Insuficiencia renal: no se requiere ajuste de dosis en pacientes con insuficiencia renal. Tratamiento con inductores enzimáticos: cuando se administre quetiapina en forma concomitante con fenitoína u otro inductor enzimático, puede requerirse una dosis de mantenimiento mayor (Véase Interacciones medicamentosas). Reiniciación del tratamiento en pacientes previamente tratados con quetiapina: en pacientes que discontinuaron el tratamiento por un período menor a 1 semana, no se requiere una titulación de la dosis y se recomienda reiniciar el tratamiento con la dosis de mantenimiento previamente administrada. En pacientes que discontinuaron el tratamiento por un período mayor a 1 semana, se recomienda titular la dosis. Cambio de otro antipsicótico a quetiapina: no se ha recolectado sistemáticamente información específica acerca del cambio de otro antipsicótico a quetiapina, o de la administración concomitante. Aunque la inmediata discontinuación del tratamiento puede ser aceptable para algunos pacientes, una discontinuación gradual puede ser más apropiada para otros. En todos los casos, el período de superposición en la administración de ambos antipsicóticos debe ser mínimo. Durante la transferencia desde un tratamiento antipsicótico de tipo depot, se recomienda sustituir la siguiente inyección del antipsicótico por quetiapina. Forma de administración: Los comprimidos de Biatrix XR deben ingerirse enteros, sin partir ni masticar. El producto puede administrarse con una comida liviana (aproximadamente 300 calorías) o fuera de las comidas.Farmacología
Acción farmacológica: La quetiapina es un antipsicótico atípico, con actividad antagonista de una gran variedad de receptores de neurotransmisores en el cerebro: serotoninérgicos 5-HT1A y 5-HT2A, dopaminérgicos D1 y D2, histaminérgicos H1 y adrenérgicos a1 y a2. Ha demostrado escasa afinidad por los receptores muscarínicos colinérgicos y benzodiazepínicos. El mecanismo exacto de acción de la quetiapina, al igual que el de otras drogas utilizadas para el tratamiento de la esquizofrenia y del trastorno bipolar, no se ha determinado completamente, pero se cree que la actividad antipsicótica de la quetiapina es debida a la combinación del antagonismo de los receptores dopaminérgicos tipo 2 (D2) y serotoninérgicos tipo 2 (5-HT2). La acción sobre otros receptores distintos del D2, y 5-HT2 puede explicar otros efectos farmacológicos de la quetiapina (por ej. la hipotensión ortostática y la somnolencia asociadas con el empleo de quetiapina pueden explicarse por la actividad antagonista sobre receptores adrenérgicos a1 e histaminérgicos H1, respectivamente). La quetiapina mostró actividad en pruebas para la evaluación de la actividad antipsicótica (ej. evitación condicionada). En varios estudios clínicos placebo controlados, no se observaron diferencias entre los pacientes tratados con quetiapina y los que recibieron placebo, en cuanto a la incidencia de síntomas extrapiramidales o al uso concomitante de anticolinérgicos. La quetiapina no produce aumentos sostenidos en la prolactina. En un estudio clínico placebo controlado en el que se administraron dosis fijas múltiples de quetiapina, no se observaron diferencias en los niveles de prolactina entre los pacientes tratados con quetiapina y los que recibieron placebo. Farmacocinética: Absorción: luego de la administración oral de la formulación de liberación inmediata, la quetiapina se absorbe rápidamente. La Cmáx se alcanza, en promedio, luego de 1,5 horas de la toma. La administración de quetiapina con los alimentos incrementa la Cmáx y el ABC aproximadamente un 25% y 15% respectivamente. Luego de la administración de la formulación de liberación prolongada, la Cmáx se alcanza a las 6 horas de la toma. La biodisponibilidad en el estado estacionario obtenida con dicha formulación es equivalente a la obtenida con la formulación de liberación inmediata. La toma conjunta con un alimento rico en grasas reduce la Cmáx y el ABC aproximadamente un 44-52% y un 20-22%, respectivamente. Distribución: el volumen de distribución aparente es de 10±4 l/kg, indicando una amplia distribución en el organismo. La unión a proteínas plasmáticas es del 83% aproximadamente. In vitro, la quetiapina no afectó la unión de la warfarina o diazepam a la albúmina plasmática humana. A su vez, ni la warfarina ni el diazepam alteraron la unión de la quetiapina. La farmacocinética después de la administración de dosis múltiples de quetiapina es proporcional a la dosis, dentro del rango de dosis propuesto, y su acumulación es predecible en el régimen de dosis múltiple. La concentración en el estado estacionario se alcanza dentro de los 2 días posteriores al inicio del tratamiento. Metabolismo: la quetiapina sufre un extenso metabolismo hepático. Los principales metabolitos de la quetiapina, farmacológicamente inactivos, son productos de la sulfoxidación y oxidación. Estudios in vitro usando microsomas hepáticos humanos indicaron que CYP3A4 es la principal isoenzima involucrada en el metabolismo de quetiapina a su principal metabolito, el sulfóxido. Eliminación: con posterioridad a la administración de una dosis oral única de 14C-quetiapina, aproximadamente el 73% y el 20% de la radioactividad administrada se recuperó en orina y heces respectivamente. Menos del 1% de la dosis administrada fue excretada sin cambios, indicando que la droga es altamente metabolizada. La vida media de eliminación terminal es de aproximadamente 6 horas. Situaciones clínicas particulares: Insuficiencia renal: el clearance oral promedio de quetiapina disminuyó aproximadamente un 25% en pacientes con insuficiencia renal severa (clearance de creatinina 2) pero su concentración plasmática se mantuvo dentro del rango observado en voluntarios sanos. Insuficiencia hepática: luego de la administración de quetiapina a un pequeño número de pacientes con insuficiencia hepática (n=8), su clearance disminuyó aproximadamente un 30%, en comparación con voluntarios sanos. Ancianos: en pacientes ancianos (edad =65 años), el clearance promedio de quetiapina fue un 40% inferior al observado en adultos jóvenes.Contraindicaciones
Hipersensibilidad conocida a cualquiera de los componentes del producto.Advertencias
Incremento de la mortalidad en pacientes ancianos con psicosis relacionada a demencia: un análisis de 17 estudios clínicos placebo controlados (duración promedio=10 semanas) en pacientes ancianos con psicosis relacionada a demencia reveló un aumento del riesgo de muerte de aproximadamente 1,6 a 1,7 vez en el grupo tratado con drogas antipsicóticas atípicas, en comparación con el grupo que recibió placebo. Durante el curso de un estudio clínico controlado de 10 semanas de duración, la incidencia de muerte fue de alrededor de 4,5% en los pacientes que recibieron un tratamiento activo y de 2,6% en el grupo placebo. Aunque las causas de muerte fueron variadas, en su mayoría estuvieron asociadas a eventos cardiovasculares (insuficiencia cardíaca y muerte súbita), e infecciones (neumonía). La quetiapina no está aprobada para el tratamiento de los pacientes con psicosis relacionada a demencia. Exploración del paciente en busca de trastorno bipolar: un episodio depresivo mayor puede ser la presentación inicial de un trastorno bipolar. En términos generales se considera (aunque no se ha establecido mediante estudios controlados) que el tratamiento de tal episodio con un antidepresivo como monoterapia puede aumentar la posibilidad de precipitación de un episodio maníaco/mixto en pacientes con riesgo de trastorno bipolar. Se desconoce si alguno de los síntomas descritos anteriormente representa tal conversión. Sin embargo, antes de iniciar un tratamiento con un antidepresivo, los pacientes con síntomas depresivos deben ser examinados adecuadamente para determinar si están en situación de riesgo de un trastorno bipolar; tal examen debe incluir una historia psiquiátrica detallada, que incluya antecedentes familiares de suicidio, bipolaridad y depresión. Se debe tener en cuenta que la quetiapina se encuentra aprobada para el tratamiento de la depresión bipolar en adultos. Síndrome neuroléptico maligno (SNM): en asociación con el uso de antipsicóticos, incluyendo quetiapina, se ha reportado un complejo de síntomas potencialmente fatales conocido como el síndrome neuroléptico maligno. Se han reportado raros casos de SNM en pacientes tratados con quetiapina. Las manifestaciones clínicas del SNM son hiperpirexia, rigidez muscular, alteración del estado mental y evidencia de inestabilidad autonómica (presión sanguínea y pulso irregulares, taquicardia, diaforesis, y disritmia cardíaca). Signos adicionales pueden incluir elevación de la creatinfosfoquinasa, mioglobinuria (rabdomiólisis) y falla renal aguda. El tratamiento de SNM incluye: 1) discontinuación inmediata de los antipsicóticos y de otras drogas no esenciales para el tratamiento; 2) tratamiento sintomático intensivo y monitoreo médico; 3) tratamiento de cualquier otro problema médico serio concomitante para el que se cuente con tratamiento específico. Si el paciente requiere tratamiento antipsicótico luego de haberse recuperado de este síndrome, es necesario realizar una evaluación estricta de la conveniencia de la reintroducción del tratamiento, la que se efectuará bajo control médico riguroso, debido a que se han reportado recurrencias de SNM. Disquinesia tardía: en pacientes tratados con drogas antipsicóticas se puede desarrollar un síndrome de movimientos disquinéticos involuntarios, potencialmente irreversibles. Aunque la prevalencia del síndrome parece mayor en pacientes ancianos, especialmente en mujeres, es imposible predecir, en el inicio del tratamiento antipsicótico, en que pacientes es más probable este síndrome. El riesgo de desarrollar disquinesia tardía y la probabilidad de que esta se convierta en irreversible se incrementa con la duración del tratamiento y el aumento de la dosis total acumulada de la droga antipsicótica. Sin embargo, el síndrome puede desarrollarse, aunque más raramente, luego de períodos de tratamiento relativamente cortos, con dosis bajas. No se conoce tratamiento para los casos establecidos de disquinesia tardía, aunque el síndrome puede remitir, parcial o totalmente, con la discontinuación del antipsicótico. Los antipsicóticos por sí mismos, pueden disminuir los signos y síntomas de este síndrome y por lo tanto enmascarar el proceso subyacente. La prescripción de quetiapina debe tender a minimizar el riesgo de disquinesia tardía. El tratamiento crónico con antipsicóticos debe reservarse para los pacientes con evolución crónica y respuesta positiva a estos medicamentos y para los cuales no exista un tratamiento alternativo con eficacia similar y menor riesgo. En pacientes que requieran tratamiento crónico con quetiapina, se debe buscar la menor dosis y la duración más corta de tratamiento que produzca una respuesta clínicamente satisfactoria. La necesidad de continuar el tratamiento debe ser reevaluada periódicamente. Si aparecen signos o síntomas de disquinesia tardía en pacientes tratados con quetiapina, debe considerarse la discontinuación de la droga; sin embargo, en algunos pacientes puede ser necesario continuar el tratamiento a pesar de la presencia del síndrome. Hiperglucemia y diabetes mellitus: en pacientes tratados con antipsicóticos atípicos, incluyendo quetiapina, se ha reportado hiperglucemia y, en algunos casos, cetoacidosis, coma hiperosmolar y muerte. Estudios epidemiológicos sugieren un incremento de la incidencia de hiperglucemia en pacientes tratados con antipsicóticos atípicos. En consecuencia, pacientes con diabetes mellitus tratados con antipsicóticos deben ser regularmente monitoreados en busca de fallas en el control de la glucemia. En pacientes con riesgo de diabetes mellitus (ej. obesidad, antecedentes familiares) se deberá controlar la glucemia en ayunas antes del tratamiento y periódicamente durante el mismo. Todos los pacientes deberán ser monitoreados en busca de síntomas de hiperglucemia (ej. polidipsia, poliuria, polifagia, y debilidad). Ante la aparición de dichos síntomas deberá controlarse la glucemia en ayunas. En algunos casos, la hiperglucemia se resuelve con la discontinuación del tratamiento; sin embargo, algunos pacientes pueden requerir además un tratamiento hipoglucemiante. Suicidio: los pacientes con trastorno depresivo mayor, adultos y pediátricos, pueden experimentar un empeoramiento de su depresión y/o la aparición de ideación o comportamiento suicida (suicidabilidad) o cambios inusuales en el comportamiento, independientemente del uso de antidepresivos, y este riesgo puede persistir hasta una remisión significativa. El suicidio es un riesgo conocido de la depresión y otros trastornos psiquiátricos, y dichos trastornos son por sí mismos los mayores predictores de suicidio. El análisis de estudios placebo controlados de corta duración con antidepresivos (ISRS y otros) mostró que dichas drogas incrementan el riesgo de pensamiento y comportamiento suicida en niños, adolescentes y adultos jóvenes (edad: 18-24 años) con trastorno depresivo mayor y otros trastornos psiquiátricos. En cambio, en adultos mayores de 24 años no se observó un incremento de dicho riesgo y en pacientes = 65 años se observó una reducción del mismo, en comparación con placebo. La posibilidad de intento de suicidio es inherente a las enfermedades psicóticas, por lo tanto, en pacientes de alto riesgo el tratamiento farmacológico debe acompañarse de una cuidadosa supervisión, en especial durante los primeros meses de tratamiento o al modificarse la dosis. Los siguientes síntomas: ansiedad, agitación, ataques de pánico, insomnio, irritabilidad, hostilidad, agresividad, impulsividad, acatisia, hipomanía y manía, fueron reportados en pacientes adultos y pediátricos tratados con antidepresivos para trastorno depresivo mayor y otras indicaciones psiquiátricas y no psiquiátricas. Aunque no se ha establecido una relación causal entre la aparición de dichos síntomas y el empeoramiento de la depresión y/o la aparición de impulsos suicidas, dichos síntomas pueden ser precursores de suicidabilidad emergente. Se deberá discontinuar el cambio del régimen terapéutico, incluyendo la posibilidad de discontinuar la medicación, en pacientes que experimenten depresión persistente, o síntomas de suicidabilidad, especialmente en aquellos cuyos síntomas son severos, de comienzo abrupto, o no formaban parte de la sintomatología del paciente. Los familiares y cuidadores deben ser advertidos de la necesidad de monitorear al paciente en busca de la aparición de agitación, irritabilidad, cambios inusuales en el comportamiento y demás síntomas mencionados anteriormente, así como de la necesidad de reportar tales síntomas de inmediato al médico. La prescripción de quetiapina deberá realizarse en pequeñas cantidades de comprimidos compatibles con el buen manejo del paciente, a fin de reducir el riesgo de sobredosis.Efectos adversos y efectos secundarios
Biatrix (comprimidos recubiertos ranurados): La seguridad de la formulación de liberación inmediata de quetiapina ha sido evaluada en más de 4000 pacientes en estudios clínicos. En estudios clínicos controlados en pacientes con depresión bipolar, 12,3% y 19% de los pacientes tratados respectivamente con 300 mg y 600 mg de quetiapina y 5,2% del grupo placebo discontinuó el tratamiento debido a reacciones adversas. En estudios clínicos controlados de corta duración en pacientes con manía bipolar aguda, las reacciones adversas asociadas con la discontinuación del tratamiento afectaron al 5,7% de los pacientes tratados con quetiapina como monoterapia (vs. 5,1% del grupo placebo) y al 3,6% de los pacientes tratados con quetiapina como tratamiento adyuvante (vs. 5,9% del grupo placebo). En estudios clínicos controlados en pacientes esquizofrénicos, en general, se observó una ligera diferencia en la incidencia de discontinuación debido a reacciones adversas (4% para quetiapina vs. 3% para placebo). Las reacciones adversas asociadas con la discontinuación del tratamiento consideradas relacionadas con la droga fueron: somnolencia e hipotensión. Con incidencia ≥1% e independientemente de la indicación se han reportado: Cardiovasculares: taquicardia, hipotensión postural, palpitaciones. Gastrointestinales: sequedad bucal, constipación, vómitos, dispepsia, gastroenteritis, incremento de la gamma-GT, anorexia. Metabólicos y nutricionales: incremento del peso, incremento de la SGPT, incremento de la SGOT, edema periférico, incremento del apetito. Nerviosos: agitación, somnolencia, mareos, ansiedad, hipertonía, disartria, temblor, sedación, letargo. Respiratorios: faringitis, rinitis, incremento de la tos, disnea, congestión nasal. Dermatológicos: rash, sudoración. Sensoriales: ambliopía, sequedad bucal. Hematológicos: leucopenia. Otros: cefalea, dolor, astenia, dolor abdominal, dolor de espalda, fiebre, síndrome gripal, fatiga. Efectos adversos dosis dependientes: estudios clínicos comparativos con la formulación de liberación inmediata de quetiapina 75, 150, 300 mg / día o placebo en el tratamiento de la esquizofrenia revelan una dependencia con la dosis de los siguientes efectos adversos: dispepsia, dolor abdominal y aumento de peso. Síntomas extrapiramidales: en estudios placebo controlados, la incidencia de síntomas extrapiramidales en el grupo tratado con quetiapina fue comparable a la del grupo que recibió placebo. Biatrix XR (comprimidos de liberación prolongada): La seguridad de la formulación de liberación prolongada de quetiapina ha sido evaluada en más de 1200 pacientes en estudios clínicos. No se observaron diferencias en la incidencia y tipo de reacciones adversas asociadas con la discontinuación (quetiapina: 6,4% vs. placebo: 7,5%) en estudios clínicos en pacientes con esquizofrenia. Las reacciones adversas asociadas con la discontinuación del tratamiento afectaron al 13% de los pacientes por depresión bipolar y al 4,6% de los pacientes tratados por manía bipolar, en comparación con el 4% y 8,1% del grupo placebo, respectivamente. Con incidencia ≥5% e independientemente de la indicación se han reportado: Gastrointestinales: sequedad bucal, constipación, dispepsia. Nerviosos: somnolencia, mareos, insomnio, cefalea. Vasculares: hipotensión ortostática. Metabólicos y nutricionales: aumento de peso, incremento del apetito. Musculoesqueléticos: disartria. Respiratorios: congestión nasal. Otros: fatiga. Cambios en los signos vitales: el tratamiento con quetiapina se asoció con hipotensión ortostática (Véase Precauciones). Cambios en el peso: Véase Precauciones. Cambios en los parámetros de laboratorio: la evaluación premarketing sugirió que el tratamiento con quetiapina se puede asociar con un incremento de SGPT y del colesterol total y triglicéridos. En un estudio clínico de tres brazos (formulación de liberación inmediata de quetiapina, formulación de liberación prolongada de quetiapina y placebo), la incidencia de recuento de neutrófilos 3 en pacientes con recuento de neutrófilos basal normal y de al menos un seguimiento de laboratorio disponible, fue de 1,5% entre los pacientes tratados con cualquiera de las dos formulaciones de quetiapina y de 0,8% en el grupo placebo (Véase Precauciones). Cambios en el ECG: en estudios clínicos placebo controlados no se han observado cambios significativos en el ECG en pacientes tratados con quetiapina, en comparación con placebo. Sin embargo, el tratamiento con quetiapina se asoció con taquicardia y un incremento promedio de la frecuencia cardíaca de 7 latidos/minuto (vs. 1 latido/minuto con placebo). Esta leve tendencia para inducir taquicardia puede relacionarse con el potencial de quetiapina de inducir cambios ortostáticos. Reportes poscomercialización: desde la introducción de quetiapina en el mercado se han reportado los siguientes eventos adversos: leucopenia/neutropenia, agranulocitosis, anafilaxia, hiponatremia, rabdomiólisis, síndrome de secreción inadecuada de la hormona antidiurética, síndrome de Stevens-Johnson, síndrome de piernas inquietas, miocardiopatía, miocarditis, trombocitopenia.
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