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Antiparkinsoniano.

Indicaciones

Profilaxis y tratamiento de signos y síntomas de enfermedad causada por el virus influenza A cuando no es posible o está contraindicada la vacunación. Enfermedad de Parkinson idiopática. Parkinsonismo post-encefalítico. Parkinsonismo sintomático resultante de intoxicación por monóxido de carbono. Parkinsonismo del anciano asociado a arteriosclerosis cerebral. Tratamiento de las reacciones extrapiramidales inducidas por fármacos.

Dosificación

Profilaxis y tratamiento de enfermedad por virus influenza A: Adultos y niños mayores de 12 años: 200 mg, una vez al día ó 100 mg cada 12 horas. Niños de 9 a 12 años: la dosis diaria total es de 200 mg (100 mg dos veces por día). Niños de 1 a 9 años: la dosis diaria total es de 4,4 a 8,8 mg/kg/día, sin exceder los 150 mg diarios. El tratamiento deberá instaurarse rápidamente, de preferencia dentro de las 24 - 48 horas de la aparición de los primeros síntomas y continuar por 24 - 48 horas después de la desaparición de los mismos. Parkinsonismo: Adultos: 100 mg dos veces al día. Esta dosificación podrá incrementarse según la respuesta terapéutica. Dosis máxima: 400 mg/día. Reacciones extrapiramidales inducidas por drogas: La dosis usual es de 100 mg, dos veces por día. Ocasionalmente algunos pacientes pueden requerir dosis de hasta 300 mg, en tomas divididas. Los adultos con daño en la función renal pueden requerir una disminución de la dosis (los pacientes ancianos con ataques, alteraciones mentales y del comportamiento, pueden requerir una reducción mayor). La dosis de Amantadina deberá reducirse en pacientes con falla cardíaca congestiva, edema periférico, hipotensión ortostática y en personas mayores de 65 años.

Contraindicaciones

Hipersensibilidad al principio activo o a cualquiera de sus componentes. Lactancia. Menores de 1 año de edad.

Advertencias

Se han informado casos de intento de suicidio en pacientes con y sin historia previa de enfermedad psiquiátrica. La Amantadina puede exacerbar reacciones en pacientes con desórdenes psiquiátricos o abuso de drogas. Pacientes que intentaron suicidarse exhibieron estados mentales anormales. Deberá evaluarse cuidadosamente la prescripción de Amantadina a pacientes tratados con otros fármacos que tengan efectos sobre el SNC. Pacientes con antecedentes de epilepsia u otras crisis, enfermedad cardíaca congestiva o edema periférico deberán ser vigilados estrechamente. Los pacientes que conducen vehículos o realicen trabajos que requieran alerta deberán ser advertidos por los efectos de la Amantadina sobre el SNC y la aparición de visión borrosa. Los enfermos de Parkinson tratados con Amantadina pueden retomar gradualmente sus actividades normales, bajo vigilancia médica. No debe administrarse a pacientes que presentan glaucoma de ángulo estrecho.

Náuseas, mareos e insomnio. Depresión, ansiedad, irritabilidad, alucinaciones, confusión, anorexia, sequedad bucal, constipación, ataxia, edema periférico, hipotensión ortostática, cefaleas, somnolencia, nerviosismo, disturbios del sueño, agitación, sequedad nasal, diarrea, falla cardíaca congestiva, psicosis, retención urinaria, disnea, fatiga, rash cutáneo, vómitos, debilidad, habla confusa, euforia, confusión, amnesia, hiperkinesia, hipertensión, disminución de la libido, disturbios visuales: edema corneal, disminución de la agudeza visual, opacidad corneal, sensibilidad a la luz y parálisis del nervio óptico. En raras ocasiones se ha reportado: convulsión, leucopenia, neutropenia, dermatitis eczematoide, episodios oculogíricos, intento de suicidio, suicidio e ideación suicida y Síndrome Neuroléptico Maligno.