Dr. Gustavo Javier González

Abdominoplastia

Consiste en quitar todo un bloque de piel y grasa (en general a nivel inferior del abomen), con el posterior “estiramiento” de los tejidos remanentes hacia abajo suturando el colgajo a nivel inferior, reubicando el ombligo en una nueva zona de piel, en su altura normal. En muchas ocasiones se utiliza una combinación procedimientos como por ejemplo: dermolipectomía + lipoaspiración. En una de las variantes de ésta técnica, además de quitar exceso a nivel inferior, se quita exceso a nivel central (vertical), originando un resultado que tiene las cicatrices principales en los dos sentidos: horizontal (a nivel inferior) y vertical. Cada caso es particular, la técnica se adecua a cada paciente.

Gigantomastia

El tamaño de las mamas puede ser demasiado grande y ocasionar molestias estéticas, o de otro tipo como dolores en la espalda, hombros, etc. Para ésta situación la cirugía necesaria es una reducción mamaria. Dependiendo el grado de “hipertrofia mamaria” (que se relaciona con el volumen mamario), será la técnica a utilizar. Las técnicas para reducción mamaria implican incisiones que pueden ser: Periareolar (por el borde de la aréola – toda la circunferencia). Periareolovertical: por el borde de la areola y una vertical (desde la aréola hacia abajo – sin llegar al surco submamaria). En “T” invertida: implica incisión periareolar + vertical + surco submamario.

Hipomastia

La hipomastia es el volumen pequeño de las mamas. El procedimiento quirúrgico habitual para ésos casos, es la colocación de implantes mamarios. Las vías de abordaje más comúnmente utilizadas son: periareolar (borde de la aréola), y por el surco submamario. Esos son los lugares donde las cicatrices quedan simuladas estéticamente. Basicamente los implantes pueden colocarse en 2 planos: Retroglandular (premuscular, prepectoral): detrás de la glándula, pero delante del músculo pectoral. Retromuscular (retropectoral): detrás del músculo pectoral. Todo dependerá del caso particular.

Rinodeformación primaria

La nariz es una estructura que brinda personalidad y le da a la cara un signo tan peculiar que un pequeño cambio en ella, representa un cambio en la cara. La cirugía nariz (rinoplastia) debe ser orientada específicamente a cada caso. Es una de las cirugía más complejas y diferente en cada paciente. Las deformidades más comunes a tratar son: – Dorso prominente (nariz ganchosa) – Punta globosa (la cirugía logra afinar la punta trabando específicamente los cartílagos que la componen) – Proyección de la punta – Narices cortas o largas – Narices anchas En la cirugía específicamente se trata el esqueleto óseo y cartilaginoso; y la cobertura cutánea (la piel).

Envejecimiento facial

El rostro sintetiza un cúmulo de factores como son emociones, actitud, estado de ánimo, salud, paso del tiempo; es decir, es el reflejo directo del envejecimiento de cada individuo. LIFTING: Consiste en “estirar” hacia arriba y atrás la piel de la cara, quitando el excedente de piel, fijando los tejidos según técnica; logrando así un cambio en el aspecto general, eliminando arrugas y reubicando la piel de una manera, que permitirá a la observación, evidenciar una piel con menos arrugas, más lisa y de aspecto más joven. Cuando se combina cara y cuello: lifting cervicofacial. El objetivo es brindar apariencia más joven, sin cambiar las características propias y particulares de cada paciente.