Glaucoma
El glaucoma es una enfermedad del ojo que le roba la visión de manera gradual.
Por lo general no presenta síntomas y puede resultar en la pérdida de la visión de manera repentina.
Sin el tratamiento apropiado, el glaucoma puede llevar a la ceguera.
La buena noticia es que con exámenes oftalmológicos periódicos, la detección temprana y el tratamiento puede preservarse la vista.
Cataratas
Lo normal es que la catarata se opere cuando ocasiona disminución de visión y el paciente tiene limitadas sus actividades de la vida diaria.
Generalmente suele ser a partir de que el paciente experimente; Fotofobia, Encandilamiento o disminusión de la sensibilidad del contraste. Una visión menor dificulta la conducción (no puede pasar las revisiones médicas del carnet de conducir) y limita la visión del periódico.
Es en ese momento también cuando los beneficios compensan a los riesgos.
Una catarata técnicamente puede operarse si el paciente tiene visión del 90% pero en estos casos hay que evaluar las posibilidades de corrección refractiva, es decir lograr independencia del uso del lente.
Degeneración macular
La degeneración macular es un trastorno ocular que destruye lentamente la visión central y aguda, lo cual dificulta la lectura y la visualización de detalles finos.
La enfermedad es más común en personas de más de 60 años, razón por la cual a menudo se denomina degeneración macular asociada con la edad (DMAE o DME).
Presbicia
La cirugía con lentes intraoculares es una opción cada vez más extendida para el tratamiento de diversos problemas visuales como los defectos refractivos (miopía, hipermetropía y/o astigmatismo), la presbicia (vista cansada) y las cataratas.
Básicamente lo que se realiza es una extracción del cristalino, y se los reemplaza por una lente Trifocal.
Este procedimiento asegura la estabilidad refractiva a largo plazo. Es decir, elimina la necesidad de uso de anteojos en forma permanente.